Quien inventaría la duda. Supongo que el mismo ser irracional que inventó la inseguridad y los celos. Ese ser inmundo debió quedarse en los mismísimos infiernos, desde donde con toda certeza ascendió hace milenios.
La duda es ese malestar interno que se materializa externo enseguida, se precipita rápido por nuestra tez y nos cambia el estado de ánimo, la forma de reaccionar, de dirigirnos al resto del público expectante, la que nos hace flaquear en el trabajo, reuniones de todo tipo, relaciones diversas y dispares...
La duda es ese malestar interno que se materializa externo enseguida, se precipita rápido por nuestra tez y nos cambia el estado de ánimo, la forma de reaccionar, de dirigirnos al resto del público expectante, la que nos hace flaquear en el trabajo, reuniones de todo tipo, relaciones diversas y dispares...
La duda, el “pero”, nos vuelve volubles, absurdos, nos hace sonrojar, titubear y engullirnos en un remolino de vergüenza o un sopor que nos mece hasta algún rincón oscuro de nuestra mente en la que sentirnos protegidos de miradas, de opiniones, de realidades queridas pero dudadas...
No hay nada peor que inventarse una duda, crearla a propósito, ponerse uno mismo en tela de juicio cualquier cosa, volverla gris cuando era blanca, oscurecerla por gusto de complicarnos... creada la duda, solo el tiempo la disipa... No es absurdo? No es complicado el ser humano. SIN DUDA.
No hay nada peor que inventarse una duda, crearla a propósito, ponerse uno mismo en tela de juicio cualquier cosa, volverla gris cuando era blanca, oscurecerla por gusto de complicarnos... creada la duda, solo el tiempo la disipa... No es absurdo? No es complicado el ser humano. SIN DUDA.
La duda no sirve de nada y lo inservible, debe desecharse de inmediato. Válganos la crítica constructiva, incluso con uno mismo, con nuestros quehaceres, formas y formatos, pero no la duda, la innecesaria inseguridad creada por sí para derribar principios y tambalear convicciones.
8 comentarios:
¡Hola Lola Leguleya!
Encontré con alegría tu comentario en mi experimento Orgasm y veo que pensaste lo mismo que yo cuando escribí esa historia: que solamente quien ha sufrido mucho disfruta de las cosas más pequeñas y desarrolla la paciencia.
Yendo a lo cómico de esa entrada... el diálogo entre los muchachos fue mortal (como decimos los porteños).
...
Me dejaste pensando con el tema de la duda y creo esto:
Duda buena:
Cuando se trata del “beneficio” de la duda, por ejemplo: Se habla mal o de más sobre una persona, sin averiguar la verdad, inclusive sin llegar a preguntarle nada directamente al aludido. Si aún así, somos capaces de pensar que lo que las apariencias muestran o parecen mostrar podría ser completamente distinto a la realidad, que nuestra hipótesis o a la hipótesis de la mayoría podría ser un cuento chino o meras conjeturas... el factor duda intervendría como un no dar por sentado las cosas que la mayoría da por sentadas.
Duda mala:
Cuando se quieren caminar dos caminos que juntos no pueden ser transitados. Esa duda es paralizante y creo que cuando existe es porque el que la siente, en realidad no quiere ninguna de las dos opciones y se ampara en la aparente duda para no jugarse. Me parece que a ésta te referías en tu reflexión, ¿no?
(Somos complicados y por eso nos pusieron a jugar al ajedrez en este mundo)
Besos,
y un gusto pasar por tu casa:)
Cuando voy a la librería a comprarme un libro siempre termino con dos libros en la mano, más de media hora pasa para decidir cual de los dos me llevo, al final me decido por uno y cuando salgo de la libreria y me voy andando tranquilamente pienso, el otro libro lo mismo es más interesante que este, llego a la casa y me pongo a leerlo y una paz interior me relaja porque mi desición ha sido acertada, pero pienso, si este es muy interesante lo mismo el otro era más. Así que decido otro día ir a la libreria y comprarme el otro libro, simpre que voy a la libreria termino con dos libros en la mano, más de media hora pasa para decidir cual de los dos me llevo.....Lo positivo, siempre estoy emocionado cuando voy a la librería aunque lo pase mal por mi inseguridad, ser imperfecto es más emocionante que ser perfecto....
Muchos besos...........
Agus tienes una forma de explicar las cosas que me dejas convencida, me han dado ganas de aplaudir despues de leer tu comentario...eres infalible, no me extraña que tus alumnos alucinaran contigo. Un beso...y si, tienes razon, imperfectos somos mas emocionantes.
Raquel siempre el placer es mío visitandote y recibiendo tu cordial visita, eres muy acertada en tu reflexion, que hago mia, desde luego. Ciertamente me referia a la duda mala en el post, esa que nos deja paralizados y que nos hace decidir y a veces errar... Pero como bien dijo Agus en su comentario, la imperfeccion nos hace mas interesantes y con ello la duda forma parte de nuestras vidas.
Un besazo
Quien invent� la duda, hiri� de muerte los sue�os del hombre, porque le meti� el miedo y la inseguridad en el cuerpo.
Ante la duda, no hay m�s que potenciar el criterio.
Un saludo.
Carlos que reflexion mas bonita... me la voy a quedar como propia (con tu permiso, claro). Besos
Yo en cambio, defiendo el valor de la duda, como Drexler en la canción de tu siguiente Post (quizá este comentario debiera estar en aquél). La duda como lo opuesto a la Verdad con mayúsculas que se impone sin permiso ni invitación, la verdad Talibán, Soviética, Fascista o Católica. Ahí sí que no hubo dudas y fíjate qué desastre. La duda nos hace humanos, vulnerables, tiernos y melancólicos. También tolerantes y comprensivos con el "otro". Hermana Duda, aunque a veces, nuevamente como Drexler, della necesitemos respiro.
Besos, Pecas.
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