29.8.07

UNA VENTANA AL MUNDO



Mi cámara trae consigo muchas fotografías y ninguna de ellas puede transmitir la belleza del conjunto, el aire respirado, la esencia de la ciudad caminada, el halo de romanticismo o el peso de la historia sobre nuestros minúsculos hombros.
Traigo en mi retina muchas más imágenes, petrificadas, tatuadas a base de paseos serpentinos, traigo en mis papilas olfativas olor a hierba, a humedad, a mar, a coco, a café, a sudor, a cosmética, a riqueza y a pobreza.
Traigo el estremecimiento de lo novedoso, de la ruptura de la rutina, traigo ánimos renovados y una dosis de cansancio mental bastante elevado.
Pero de entre todo me quedo con las sensaciones producidas por la gente que he visto pasear, cantar, sonreir, correr, personas de tan distinta clase social, tan variada en edad, color, gusto, sueños, talentos, olores, gesticulaciones... tan pintorescas y tan normales… con sus vidas normales, con sus rutinas, en ciudades y mundos distintos a los mios…con sus diminutas y grandiosas vidas arrastradas por asfaltos diferentes a estos que ahora piso…

Me quedo con esta ventana al mundo, a un mundo ajeno al mio pero mio al mismo tiempo, y al observar la fotografía veo la frase inscrita "cuando se cierra una puerta se abre una ventana" y me regocijo en la idea de que alguna otra ventana se abrirá y volveré a recorrer un nuevo mundo, cercano o lejano, inquieto o sosegado... un mundo al que dedicaré todos los sentidos y disfrutaré como si fuese la primera y la ultima vez que lo fuera a degustar.